En el día jueves 18 de agosto el grupo de periodistas de La Otra Mirada se dirigió a Palermo Hollywood para entrevistar a una productora de Endemol llamada Andrea Basile. Ella, además de recibirnos muy bien, nos guió a través del Estudio Central de Endemol mostrándonos “La línea de ensamblaje” de los programas.
Como verán en la entrevista, nos brindó una gran cantidad de información de como se crean los programas de televisión. Cuando llegamos, Andrea nos recibió en la puerta de Endemol y nos contó de qué se trataba todo esto: “¿Saben lo que es una productora de televisión? Es un lugar donde se piensan los programas para televisión, se llevan a cabo como si fuesen proyectos, como si fuese una fábrica, de la misma manera: cada uno cumple una función específica, y sale adelante el proyecto. En este caso, las productoras, lo que hacen, es: terminan el producto, como si fuese un paquete de galletitas, que sería un programa, y se vende a los canales de aire, o los canales de cable, pueden ser del exterior, o pueden ser de acá de la Argentina. Por ejemplo, Policías en acción sale por Canal 13, sin embargo, el programa lo produce Endemol. Entonces, nosotros armamos acá el programa, y después se lo llevamos al canal y el canal pone el “tape”… No son de un canal específico. Nos dividimos las tareas, en el caso, por ejemplo, de Policías, va un camarógrafo con un productor, hacen la nota, buscan la nota, la graban y la traen a la productora. En la productora se lleva a una isla de edición. Esa sería otra parte de lo que sería el trabajo en equipo dentro de una productora. En la isla de edición se editan todas las notas, se les ponen los subtítulos, se les ponen los ruiditos, se les pone la música, se toca un poco el color de la imagen… se editan. Y después de eso se arma lo que sería el programa que va a salir al aire, se hace todo por computadora. Ese programa se baja a un “tape”. Hay programas que los producen los canales, pero en general son las productoras de televisión las que arman estos productos y los venden. En general, lo que se compran es como si fuesen tres meses de capítulos, trece programas. Si les va bien, dicen ¨bueno, quiero trece capítulos más¨. Entonces el canal le paga a la productora, la productora les paga a sus empleados y todos trabajamos para hacer la televisión.
Nosotros acá estamos haciendo programas que salen en países como… no sé: en Italia, en España, o programas que salen en Colombia, o sea que acá los producimos, los hacemos, los grabamos, los editamos y se vende eso directamente para que lo pongan allá. Por ejemplo, mi compañero, acá al lado, está visualizando un programa para Discovery Channel”.
La conversación viró nuevamente hacia Policías en acción, uno de los programas más famosos de Endemol, y Andrea nos contó algo sobre cómo se preparaba.
La otra mirada: Pero… lo que no entiendo es: tiene que haber una predisposición de la policía para eso.
Andrea: Claro, es así: esa es la tarea del productor, también. Por ejemplo, en Policías en Acción, el trabajo de producción fue hablar con el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y preguntarle: ¨ ¿podemos grabar con la policía?¨. En ese caso dijeron que sí. Es parte de producir un programa. Siempre antes de empezar a grabar, necesitás buscar, es decir, producir los lugares, las personas…
El trabajo de productora y la televisión actual: elecciones, casualidades, desafíos
LOM: ¿Cómo es que decidiste elegir esta carrera, Comunicación Social?
Yo estudié Comunicación Social en la UBA. En el secundario me obligaban a hacer pasantías, es decir, cuando trabajás en un lugar y no cobrás, lo que estás aprendiendo es cómo se trabaja. No sabía qué elegir y elegí trabajar en una radio, en la parte de producción de una radio de San Miguel. Empecé a ir a la radio y me gustó como ámbito de trabajo, que no era una oficina, podía estar vestida de jean y zapatillas y tomar mate y me pareció lindo. Cuando me imaginé trabajando, me pareció que estaba bueno trabajar en un lugar así, donde uno pueda estar relajado, tranquilo, y estar trabajando, que sea parte como de un juego. Yo iba a estudiar economía, y empecé a trabajar en la radio, y dije: ¡quiero trabajar en una radio! Estoy trabajando en televisión, ya voy a llegar a trabajar en la radio, pero bueno… Empecé a investigar dónde podía estudiar, y llegué a Comunicación Social, donde te muestran cómo se trabaja en todos los medios, hacés radio, hacés televisión, estudiás mucho, pero bueno… Y después entré a trabajar en tele, pero fue por eso, ahí me decidí, en quinto año. Si no fuese por las pasantías ahora estaría en un escritorio, con tacos, pasándola mal.
LOM: Cuando comenzaste a estudiar Comunicación Social, ¿pensaste que podías llegar a ser productora de Endemol?
Andrea: No. Yo trabajé en muchos lugares. No sabía de qué iba a trabajar, la verdad. Uno empieza a estudiar y decís: ¨bueno, ¿dónde me imagino?¨. Yo sabía que quería trabajar en una radio. No sabía si iba a trabajar en tele o no. Pero cuando uno va conociendo lugares, estudiás y vas aprendiendo, decís: “bueno, me gustaría trabajar acá, me gustaría trabajar allá”.
LOM: ¿Cuántas horas trabajás por día?
Andrea: Bueno, eso depende mucho. Por ejemplo, hay veces que tenemos un horario, que es de 10 a 18. Son ocho horas las reglamentarias, las que el sindicato nos dice que tenemos que trabajar. Pero para este tipo de trabajos, hay veces en que uno, como te piden cosas de un día para otro, tiene que trabajar más… y he trabajado veinte horas, he trabajado catorce horas… he trabajado veinticuatro horas. Gracias a Dios, acá, hace poco, los delegados del sindicato de televisión están regulando un montón todo eso, y nos ayuda a que nosotros por lo menos podamos elegir si queremos trabajar más de ocho horas, y, si lo hacemos, que nos lo paguen.
Hay veces en que, yo tengo que cumplir ocho horas diarias, pero, de repente, mis ocho horas, en vez de empezar a las diez de la mañana pueden empezar a las seis de la tarde. Cuando yo trabajaba en Policías en Acción y se tenían que ir a grabar puertas de boliche, no iba a ir a las diez de la mañana a grabar una puerta de boliche, entonces, por la necesidad del programa o del contenido del programa o de lo que hay que grabar, hay veces en que hay que grabar de noche. Hay veces en que tengo que trabajar a la noche, pero hay veces en que puedo no venir porque necesito hacer otra cosa, o puedo venir así vestida, es como… es lo bueno y lo malo del trabajo. Por eso no trabajo en una oficina, me aburriría en una oficina. Pero también a veces es costoso, y uno no puede comer, o no podés parar a almorzar o no podés parar a cenar, y estás doce horas trabajando seguidas, pero pasa eso, que a una le gusta, entonces, a veces no se da cuenta, que está mal. Porque si yo trabajo ocho horas y solo ocho horas, en vez de trabajar dieciséis, en esas otras ocho horas hay una persona trabajando en mi puesto, y ese es un puesto de trabajo más también para todos, por eso el sindicato regula que cada uno haga el trabajo que tiene que hacer.
LOM: Pasamos más de lo personal a lo laboral. ¿Qué le importa más a la tv actual? ¿El rating o el contenido?
Andrea: Bueno, yo creo que hay una diferencia entre lo que son los programas de aire y lo que son los programas de cable. Los programas de aire son los programas que puede tener uno sin tener que pagar. Yo creo que a los programas de aire sí les importa más el rating. Porque el rating mide la cantidad de gente que mira un programa de televisión. Si hay empresas que quieren vender productos, y quieren llegar a mucha gente junta, van a meter esos productos en los programas que más rating tengan. Entonces, yo creo que la televisión, lo que quiere hacer ahora es ganar plata, ¿cómo gana plata? Con rating. Y si Tinelli es lo que más mide, seguramente Tinelli siga en la pantalla, hasta que deje de medir. Imagínense que la publicidad de televisión se cobra por segundo. Cada segundo en Tinelli sale como 15000 pesos, entonces, si Tinelli dice: “comete un alfajor Jorgito”, y tardó nueve segundos: nueve por 15000 pesos. Eso es lo que le sale a Alfajores Jorgito que Tinelli diga eso.
Pero sí están los canales de cable, como Encuentro o Paka Paka, o... Los canales de cable están dirigidos más a un público: por ejemplo, Cinecanal es solo películas, ESPN es solo deportes, en cambio, los canales de aire tienen que tener una variedad de programas. Primero que no existe el minuto a minuto en el cable. Los canales de aire tienen una computadora que va diciendo: “subió, bajó” [el rating]. Entonces, si viene un invitado y no sube: chau al invitado, y así lo van midiendo. Es una locura. En el cable eso no existe, entonces hacen un poco más los programas que ellos pueden, porque hay canales de cable que son muy malos, y hay canales que sí están haciendo cosas buenas, y que no se fijan en el rating, y siguen que el espectador vea algo interesante. Yo creo que también está bueno desde uno hacer cosas que sean entretenidas para la gente y que además tengan un valor que no sea las peleas o chicas desnudas, digamos… Eso es lo importante, poder hacer las dos cosas. Porque hay veces en que se tratan temas interesantes pero son un embole: no voy a mirar la historia de San Martín si está contada aburrida. Hay que encontrar la manera de que la gente pueda aprender cosas…
LOM: Y le guste…
Andrea: Y le guste, ahí hay una responsabilidad de la televisión, creo yo.
LOM: ¿Creés que a medida que pasa el tiempo el público se vuelve más exigente?
Andrea: Ay, qué pregunta difícil. A mí me parece que no, que no es que es más exigente. Yo creo que sí va pasando el tiempo y, como la televisión uno la usa más para entretenerse que para aprender, si siempre es lo mismo, uno se aburre y empieza a buscar otras cosas. Entonces, no sé si es un nivel de exigencia en cuanto a excelencia en producto. Me parece que lo que más se hace ahora es hablar siempre de los mismos temas, pero buscarles una vuelta de rosca diferente. El tema puede ser el mismo: yo puedo hacer un programa sobre la policía, pero puedo hacer un programa que hable sobre la policía mirado desde un patrullero o puedo hacer la mirada de la policía mirado desde un barrio. Hay millones de miradas. Si, por ejemplo, tomamos Policías en acción, puede que haya dos miradas: la de la policía o la del detenido, por ejemplo. Acá, en este caso, se elige la mirada del policía, porque es el que nos permite llegar a la historia. Nosotros nos subimos a un patrullero, no es que estamos en un barrio y llega la policía. Seguramente, si nosotros estamos en Mariló y llega la Policía, el cuento va a ser totalmente diferente que si venimos con la policía, ¿no creen eso?
LOM: Ahora que tocaste ese tema, estás poniendo un poco en riesgo tu vida, también, si te subís a un patrullero.
Andrea: Sí, a m í no me pasó, pero tuve compañeros que estuvieron en un tiroteo. Estando adentro del patrullero les han disparado. Ninguno salió herido, pero sí corrió riesgo la vida. Lamentablemente, uno a veces estudió televisión y quiere trabajar en televisión, y hace cosas que no están bien. Seguramente arriesgar tu vida por grabar una imagen no valga la pena. Seguro no vale la pena. Pero bueno, es lo mismo que cuando van a la guerra. A los corresponsales de guerra les hacen hacer un curso. Y a nosotros nos querían hacer lo mismo, porque es parecido. Nosotros estamos asegurados: si nos llegara a pasar algo, hay un seguro que nos cubre, sí, yo creo que los chicos deberían cobrar más plata en ese caso, obtener otros beneficios, o trabajar menos horas, o tener una ayuda psicológica donde poder descargarse, porque es ver todos los días violencia. Cuando uno está todo el tiempo con violencia alrededor, le afecta.
LOM: ¿Por qué pensás vos que a la gente le gustan los escándalos mediáticos?
Andrea: Ay, no sé. Creo que es entretenido. Creo que somos todos medio chusmas, y cuando vemos dos que se están peleando, en cualquier lado, en la calle, los miramos; al vecino, lo escuchamos. Entonces, cuando lo vemos en la tele, te atrae, te quedás mirándolo. A mí me pasa a veces que estoy pasando, haciendo zapping y me quedo mirando, y digo: “¿por qué estoy mirando esta cosa horrible?”, y uno se entretiene.
LOM: Sí, por ejemplo, así de la nada conocés a Ricardo Fort…
Andrea: Sí, siempre te llega de algún lado, porque después lo ve repetido en todos lados, y después venís a tu trabajo y lo hablan, en el colegio se habla de eso, y uno se queda mirando. Yo creo que es eso: todos somos un poco chusmas. De hecho, las notas de Policías en Acción que más medían eran las de problemas familiares, ni siquiera las de los tiros.
LOM: ¿Cómo se mide el rating?
Andrea: El rating lo mide una empresa que se llama IBOPE (hay dos empresas, esta es la más conocida). IBOPE elige un área de investigación, que es Capital y Gran Buenos Aires, y pone unos aparatos que van enchufados al televisor y que uno maneja con un control remoto. Esos aparatos no los reparten al tun-tun, a cualquiera. Ponen tantos en Capital Federal, tantos en Zona Norte, tantos en el Oeste, en el Sur, más o menos, y en general en familias con un grupo familiar amplio, variado. Entonces, uno tiene su control remoto y hay un número que pertenece a cada integrante de la familia, entonces, cuando prende la tele, tiene que poner un número. Cuando vos activás eso a ellos les llega esa información a una central de información, y eso es lo que mide el rating. Pero no está medido en cada casa, por eso el rating también es un poco mentiroso, porque solo se mide en Capital Federal y en el Gran Buenos Aires. Cada 100000 personas es un punto de rating, entonces, 10 puntos de rating es un millón de personas que te está viendo. Tinelli mide 25 puntos de rating: dos millones de personas lo están viendo.
LOM: ¿En qué se basan las ganancias de la televisión?
Andrea: La televisión privada en general recibe plata de la publicidad. Por ejemplo, nosotros hacemos un programa y nos dan tanta plata por mes, pero el canal recibe plata de los anunciantes. Ellos, igual, tienen regulada una cantidad de tiempo para publicidad: por una hora de programa, tiene que haber 12 minutos de televisión y no más. La publicidad que se vende en las tandas, en los cortes, es plata que le entra al canal. La publicidad que hay dentro de un programa es plata que le entra a la productora. Tinelli no es de Canal 13, es de Ideas del Sur, lo que él vende dentro de su programa va para la productora. Cuando van al corte, eso va para el canal. Esa es la diferencia entre la tanda y el PNT, que se le dice a la publicidad no tradicional, que es la que va adentro del programa. Y así es como se obtienen las ganancias.
LOM: ¿Es cierto el mito de que los juegos, en su mayoría están arreglados?
Andrea: No, acá se hicieron muchos programas de juegos, y no están arreglados. Por ejemplo, el millón [de Susana Giménez], es de acá de Endemol, también. Ese juego es un programa nuestro, y no está arreglado, sí está producido, ¿entienden la diferencia? El juego del millón se graba. No se hace en vivo, está grabado. Se ganan el millón, entonces yo digo: “bueno, a ver, si este se gana el millón y empieza justo una novela ese día pongo el que ganó el millón ese día así la gente lo mira y se queda mirando la novela, y eso da más rating”. Entonces, hay ciertas cosas que están producidas, que uno como productor va tratando de guiar. Por ejemplo, si yo estoy haciendo una nota en la puerta de un boliche, y hay dos chicos borrachos, y yo le digo a uno: “che, ¿sabés que él te re bardeó?”, él se va a empezar a enojar. Esa es una forma de hacer que dos chicos se peleen en la puerta de un boliche, eso está muy mal y eso hay productores que lo han hecho. Eso es producir una pelea. Por ejemplo, si uno va a grabar chicos drogándose. Si yo voy y los grabo mientras se están drogando, necesito que se vea que se están drogando, obviamente esos chicos se tienen que estar drogando. Alguien le pudo haber dado esa plata para que se droguen, o les debe haber dicho: “bueno, drógate ahora que prendo la cámara”. Eso es gente mala. Es gente que, si es productora de televisión, es mala, y si trabajara en otra cosa, también sería mala. Hay veces en que uno se queda mirando cosas horribles en la televisión, y hay que pensar también que eso alguien fue y lo grabó, y esa persona lo grabó porque seguramente dijeron: “esto va a medir mucho rating”, y ahí es donde se hace un círculo de cosas horribles: la gente mira cosas y el otro va a salir a grabar las cosas horribles que la gente mira. Entonces, yo, peleas de boliche no quiero grabar más, porque sé que hay chicos que se pelean para salir en la tele, pasa también. Pero no es que está arreglado, es que uno trata de inducir ciertas cosas. Por ejemplo, lo del millón, no es que no se ganó el millón, el millón se lo dieron. Me parece que es más difícil inventarlo y que parezca real que hacerlo real. La gente ya se da cuenta.
LOM: ¿y de dónde sale la plata del auto, la plata del millón?
Andrea: De la producción. Si cada segundo de televisión sale eso, ¿cuánto le cuesta juntar un millón de pesos a Telefé? ¿Por qué no van a regalar un millón de pesos? ¿Cuánta gente lo mira? Ellos ganan un millón de pesos en dos programas, y a vos te están dando un millón de pesos cada seis meses.
LOM: De todos tus trabajos, ¿cuál fue el que te motivó más?
Andrea: Uno para Encuentro. Yo trabajé en otra productora, también. Hice ficción, que nunca había hecho. ¿La diferencia entre ficción y reality la conocen, más o menos? Ficción es las novelas, por ejemplo. En ficción está todo escrito, todo guionado, hay un guionista que escribe: “escena uno: entra Cecilia, se encuentra con Nicolás, se dan un beso”. Eso es ficción, ¿sí? Entonces, entra Cecilia, actúa, le da un beso a Nicolás, termina la primera escena. Reality es, por ejemplo, Policías en acción. No hay un guión, digamos. No hay actores. Es la vida real, pero está producido en el fondo, ¿no? Porque, si yo voy a un boliche, digo “ay, ¿a qué boliche voy, en el que se agarran siempre a piñas?”, y voy a uno donde sé que siempre se pelean, y ahí ya hay una producción, hay una intención, porque hay boliches donde en general nunca se pelean.