jueves, 15 de diciembre de 2011

ENTREVISTA: Facundo Arana: “Al tejer la solidaridad con la popularidad tenés la mejor tela que puedas haber tejido”


En La otra mirada discutimos a lo largo del año cuáles eran nuestros derechos, cómo debían respetarse y quiénes tenían que hacerlos cumplir. Para cerrar el año, hicimos una entrevista a un actor que podemos ver todas las noches en la televisión, pero que además se encargó numerosas veces de ponerle voz a causas que no eran escuchadas, que se ocupó de que muchos de esos derechos fueran cumplidos.
Antes de comenzar la entrevista, nuestros periodistas le contaron a Facundo qué era La otra mirada, quiénes formaban parte del diario y por qué lo hacíamos.


FACUNDO: Me parece que está buenísimo. Para poder dar información hace falta una mirada, por eso me gusta mucho el nombre del diario, La otra mirada. El hecho de que ustedes sean jóvenes y tengan esta inquietud, es lo más rico que les puede pasar, y es lo más rico que nos puede pasar a todos. Hay gente del otro lado que va a ver que hay jóvenes que no están en lo que hoy se ve en todos los medios: que no están agarrándose a trompadas, que no están robando, que no están matando, no. Están educándose, y al mismo tiempo se están ocupando de mostrar un punto de vista, que tiene un criterio, que tiene un concepto.
LOM: La primera pregunta es: ¿a qué edad empezaste a trabajar y cuál fue tu primer trabajo?
FACUNDO: Empecé a trabajar ni bien dejé el colegio. Lo estaba terminando con un problema de salud que había tenido justo en el último año del bachillerato. Una vez que estuve recuperado, parte de la terapia de la recuperación era dejarlo atrás yendo a una universidad, o a un terciario, o a un trabajo. Entonces empecé a estudiar diseño gráfico y empecé a trabajar para poder tener mi plata. Mi primer trabajo fue como cadete en un lugar que se llamaba Bussiness bureau, que todavía existe, que en ese momento era una empresa que recién arrancaba, y hoy no sabés lo que es… Lo importante, para mí, es agarrar rápidamente un trabajo que te saque de la cabeza la idea de que vas al colegio y tenés un tipo de vida. Ahora tenés otro tipo de vida, terminaste el colegio, y tenés que trabajar, además de estudiar. Eso te empieza a generar la cultura del trabajo. En ese momento yo no lo veía así, para mí era un garrón tener que trabajar, pero con los años me doy cuenta de que me vino muy bien.
Mi primer trabajo en lo actoral lo hice unos años después en el año 93. Estaba estudiando con Betiana Blum y me mandaron a un casting en Canal 13, que era como lo que son ahora los castings de Operación Triunfo: pruebas, y pruebas, y pruebas. Todavía voy a Canal 13 y está el estudio donde hice todos esos castings, me sigo cruzando con los productores que en ese momento recién arrancaban y hoy son productores generales.
LOM: ¿Qué te motivó para ir a tu primer casting y cómo te sentiste?
FACUNDO: Fue muy loco mi acercamiento a la actuación, en primer lugar. Tenía un íntimo amigo que murió después, que se llamaba Cali. Era el único amigo que yo tenía, y me vino a contar un día que estaba estudiando teatro. Yo dije: “¿estudiando qué?” Teníamos quince años. Me dijo: “Teatro, y está buenísimo, no sabés lo que es, tenés que venir a ver lo que es una clase de teatro”. Para mí no existía un mundo de la actuación en el que se pudiera ingresar. Para mí ibas al teatro y había gente que había nacido para eso. Me insistía tanto con el teatro que dos meses después dije “vamos a ver de qué se trata”. El día que entré no lo pude creer. Nunca más me fui.
Empecé a estudiar teatro y llegamos al primer casting. ¿Qué me motivó? Me encantaba, me encanta, y era un estilo de vida que yo había elegido. Cuando sos chico, no se puede ver para adelante. Para adelante, vos siempre tenés una página en blanco, esa página en blanco te da muchas inseguridades, porque si no tenés una vocación definida, podés ser cualquier cosa, podés ser lo que vos elijas. Es una página en blanco que a mí me dio mucho vértigo en su momento, porque a mí me gustaba todo. Acá lo que les diría es que no hay que asustarse. Tengo experiencia para decirles que es absolutamente normal y que no hay que tener susto, porque uno es lo que uno tiene que ser. Vas a estar diciendo “no sé” mucho tiempo, pero lo importante es que no te quedes quieto en el “no sé”, porque cuando te quedás quieto dejás de ser competitivo con vos mismo. Hay que ser muy competitivo con uno, no flagelarse, pero ser competitivo. Después podés empezar medicina y decidir que en realidad lo que quisiste siempre es manejar un taxi, e ir y manejar tu taxi. Lo importante es no quedarse quieto, porque de última estás aprendiendo cosas que en algún momento de la vida te sirven.
LOM: ¿Te acordás cuál fue tu primera novela?
FACUNDO: Sí, mi primer trabajo fue Canto Rodado, en el año 93. No pueden pensar ni decir que todavía no habían nacido (risas). Fue impresionante, porque fue saltar al vacío: despertarme un día, ir, trabajar. Me acuerdo de mi primera escena. Entraba en un estudio donde había un piano y estaba Porchetto tocando blues. Yo entraba con mi saxo,  nos mirábamos, y nos poníamos a tocar juntos. Canto Rodado. Duró cuatro meses y la levantaron por falta de rating con 13 puntos. En ese casting éramos 3500, había bailarines del Colón. Yo tocaba el saxo en el subte, en esa época y decía: “¿qué estoy haciendo acá?”. Pero no. Estaban buscando un saxofonista. Y había dos saxofonistas: uno y yo. Y este uno sabía tocar nada más que la Pantera Rosa, y desafinada. Yo tocaba hacía un año en el subte. Fijate cómo por ir a hacer algo y no quedarme quieto… De hecho, el autor de la novela que yo iba a hacer, tomaba todos los días el subte y bajaba en la línea D en Santa Fe y Pueyrredón, donde yo tocaba. Le habían encargado que escribiera una novela para jóvenes, y, cuando me vio tocando, se dijo “voy a escribir sobre una escuela de arte donde hay un chico rubio que toca el saxo en el subte…”. Y justo yo me fui a presentar al casting. Se llamaba Lito Espinosa. Por eso digo: no hay casualidades si uno no se queda quieto. Casualidad es que uno esté en tu casa, no se haya movido, suene el teléfono y le digan: “mire, el señor Rockefeller le quiere donar toda su plata”. Si vos no te quedás quieto no hay casualidades.
LOM: ¿Qué te gusta de tu carrera?
FACUNDO: Todo. Que le podés poner una sonrisa a mucha gente al mismo tiempo, y me gusta que la vida de nadie dependa de tu buen o mal desempeño. Yo quería ser médico pediatra. Fui a ver a un médico amigo y le dije: “quiero ser pediatra, porque quiero curar a los chicos. Yo tuve la enfermedad…”. Y me dijo: “¿y cuando no los puedas curar?”. Entonces, algo que me gusta mucho de mi carrera es que no depende la vida de nadie de mi trabajo. Yo lo único que hago es contar historias. Es un trabajo muy lindo, dependiendo de lo que cuento, informo, hago reír, hago llorar, emociono. Ese es el mejor trabajo del mundo, para mí. Además, es lo que empezás haciendo cuando sos chico. Es solamente profesionalizar lo primero que te acordás, que es jugar: jugás a esto, jugás a aquello. A veces hago de policía, otras veces hago de empresario fóbico. Otras veces hago de justiciero que rescata mujeres robadas.
LOM: Si no fueras actor, ¿qué te gustaría hacer?
FACUNDO: ¿Están preparados? No creo que lo pueda hacer, pero me gustaría ser campeón mundial de surf o estar entre los diez mejores, para recorrer el mundo con una tabla de surf y estar en las mejores playas del mundo. Me gustaría ser escalador y hacer documentales escalando. Me gustaría ser dibujante de historietas. Me gustaría ser escritor y me hubiera gustado mucho ser abogado nada más que para serlo, nada más que para decir “lo hice”, porque mi padre era abogado. Me gustaría ser expedicionario y me gustaría ser bombero.
LOM: (Risas) Es lo que cualquier chico quiere ser de chico. Bombero o policía.
FACUNDO: Pero con la profesión me doy el lujo de hacerlas todas. En 099, que es una novela de hace 10 años era el policía que todos quieren tener en la vereda.
LOM: Estuvimos leyendo tu biografía, y sabíamos que tocabas el saxo. ¿Te acordás cuándo aprendiste a tocar?
FACUNDO: La primera vez que escuché un saxo y lo individualicé y me di cuenta de que me gustaba fue a los trece años. Estábamos con mi papá en su Peugeot blanco. Mi papá no escucha música. Le pregunté si podía prender la radio, nada más que por el ánimo de tocar los botones. Puse y estaban pasando un tema, que tenía un solo de saxo bien meloso – eran los `80. Dije: “¿eso qué es?”. “Es un saxofón”. No sé cómo supo él que era un saxofón porque nunca me imaginé que mi viejo supiera qué era un saxofón. Y de ahí en más no paré. A los quince lo convencí a mi papá de que me dejara tomar clases de saxo. Cuando vi el saxo por primera vez me enamoré, me volví loco. Y no quería otra cosa que tocar el saxo. No se podía comprar un saxofón, son instrumentos caros, y mi viejo tenía miedo de que fuera un capricho. Entonces, tuve que esperar hasta los 18 para poder tenerlo y cuando lo tuve no paré de tocar nunca más por muchos años.
LOM: De todos tus papeles, ¿con alguno te sentiste más identificado?
FACUNDO: En realidad, los papeles son más identificaciones con mis alter ego que conmigo. El alter ego es lo que uno quisiera ser. Todos mis personajes tienen cosas que yo deseo potenciadas. Todos son proyecciones de cosas muy heroicas: Yago, Padre Coraje, el policía de 099 Central.
LOM: ¿Qué sentís cuando participás de una novela tan cargada de emociones y enseñanzas como lo fue Vidas Robadas?
FACUNDO: Una responsabilidad muy grande. Para hacer Vidas Robadas, no solo investigamos mucho en todo lo que tenía que ver con redes de trata y la trata de personas, sino que además nos sentamos a tener entrevistas con Susana Trimarco, que hoy es el emblema de lo que es la lucha contra la trata. Susana Trimarco perdió a su hija por la trata. Hasta ese momento no se hablaba de la trata de personas acá, y ella empezó a mover cielo y tierra, y hoy en día se habla de la trata de personas y sale en los diarios y es un tema que a todo el mundo le resulta conocido, en parte porque hubo una ficción que contó esto. Esa ficción fue Vidas Robadas, contó de qué se trata la trata de personas. Le abrió los ojos a la sociedad, para que, cuando se habla de trata de personas, no sea una cosa que puede pasar afuera a 500 km. A veinte cuadras de la casa de cualquiera de nosotros hay un burdel que tiene chicas que están contra su voluntad ahí y están siendo prostituidas. Es un horror, es un espanto, pero es algo que existe. Para que estas cosas pasen hay gente que se calla la boca. Eso es lo grave.
LOM: ¿Qué se siente ser reconocido por el público argentino?
FACUNDO: Es muy gracioso, y muy lindo. Yo toda la vida fui un tipo muy tímido. Y la profesión me ayudó a romper el hielo con todo el mundo. Básicamente, es la comodidad de poder saludarte con todo el mundo, y que nadie te mire con desconfianza.
LOM: ¿Qué te impulsa a ser solidario?
FACUNDO: La cuestión de la solidaridad viene de la mano del reconocimiento, del ser conocido. Si vos no usás eso que es ser conocido para algo que sirva para el bien común, corrés el riesgo de que el día de mañana, cuando seas más grande y tengas más experiencia y mires para atrás, te des cuenta de que te perdiste la oportunidad de hacer algo importante, o algo que sirva para el bien común. Yo me sentiría muy mal si me diera cuenta de que no usé los mejores años de mi vida, cuando más reconocido era para hacer algo que sirva, para levantar una bandera que diga algo que tiene que ser dicho, para ser voz de alguien que no es escuchado. Para eso me sirvió la popularidad. Es otra de las cosas que me encanta de la popularidad, que podés usarla para replicar y multiplicar cosas. Al tejer la solidaridad con la popularidad, si es absolutamente desinteresado, tenés la mejor tela que puedas haber tejido, no se teje mejor tela. Pero tiene que ser desinteresado, si no, tiene olor a podrido, y se nota.
LOM: ¿Qué proyectos solidarios tuviste para este año y para el próximo?
FACUNDO: Para este año, “Donar sangre salva vidas”. En la Argentina hay muy pocos donantes de sangre. Yo me entero de esto en Fundaleu, de donde fui paciente. Yo visitaba gente en Fundaleu y veía la cantidad de donantes de sangre que pedían, y lo que costaba conseguirlos. Me puse a estudiar sobre el tema y llegué mucho más allá. El 9 de noviembre de 1914 se hizo la primer transfusión de sangre citratada de todo el mundo. La sangre citratada era sangre que sacaban a un paciente, trataban en un tacho con citrato de sodio y se la transfundían a otra persona. Era un descubrimiento que revolucionó la medicina, y que desde ese momento hasta hoy salvó millones de vidas. El descubrimiento lo hizo Luis Agote, médico argentino, y lo hizo en el Hospital Rawson. Es un descubrimiento argentino. Es de una importancia tan grande, comparable, y lo digo sin miedo, a las hazañas de San Martín. Entonces dije: “¿cómo puede ser que en un país donde somos creadores de la transfusión de sangre tengamos tan pocos donantes voluntarios de sangre?” Porque la gente no sabe que ese invento es argentino.
Me puse en campaña con esto, y entonces pensé en mostrar una bandera en distintos lugares. La primera vez, hice una bandera grande y me fui a Mar del Plata, y me descolgué de un edificio de un hotel que está frente a la playa, con la bandera. Después salté de un helicóptero, después me fui a dar vueltas por el país para poner la bandera con distintos fondos, fui al Aconcagua, a distintos lugares. Subió la cantidad de donantes.
LOM: ¿Qué relación tenés con el barrio de Mariló?
FACUNDO: Mi vida entera. El barrio Mariló hoy es un barrio. Yo lo vi siendo estancias. De Galileo Galilei para el lado del Reconquista era todo campo. Yo lo caminé. Era campo loteado por manzanas, pero en las manzanas no había nada: nada de nada de nada. Eran caminos de tierra enormes, largos. Nosotros nos íbamos a cazar allá. Había liebres y perdices. Cazábamos con escopeta y con boleadoras. Llegábamos hasta el Reconquista, donde en ese momento había tortugas de agua. Estoy hablando de cuando yo tenía cinco años, en el 76, o el 77. ¿Qué relación tengo con Mariló? Soy uno de los más antiguos pobladores. Mis bisabuelos poblaron Mariló. El barrio que ustedes conocen.
LOM: El barrio en que vivimos.
FACUNDO: Sí. Donde ahora ustedes tienen casas hoy en Mariló había una canchita de fútbol, venía una especie de parque de diversiones itinerante, y yo me crié ahí. Me crié jugando en la cancha de fútbol que donde hoy hay casas. Estaba lo del Turquito, el almacén de la vuelta. Íbamos en bicicleta o caminando. Había muy poquitas casas. La única calle asfaltada era Galileo Galilei. Todo el resto era de tierra.
LOM: ¿Cómo es un día normal fuera de tu vida laboral?
FACUNDO: Fuera de mi vida laboral, arranco con los cachorros y termino con los cachorros y con mi mujer. Somos una especie de nudo de mimos y nos divertimos mucho.
LOM: La última pregunta es, ¿cómo conociste a los franciscanos?
FACUNDO: ¿Cómo los conocí? Me invadieron la vista. Se pusieron enfrente de mí (risas). Siempre te encontrás una buena respuesta de un fraile.

viernes, 2 de diciembre de 2011

El cigarrillo

Al fumar, no solo ponemos en peligro nuestra salud, sino también la de las personas no fumadoras, el humo las perjudica seriamente.
De las sustancias que se encuentran en un cigarrillo común, 10 sustancias provocan cáncer.
Fumar provoca más muertes que los accidentes de tránsito. El cigarrillo es el principal factor de riesgo de los problemas coronarios, las afecciones cerebrovasculares y el cáncer; también se encontró en vinculación con al menos 52 enfermedades.
La nicotina llega al cerebro en 6 segundos, y es más adictiva que otras drogas. Los efectos que causa son discapacitantes e irreversibles. Además de las enfermedes que ya mencionamos, las madres que fuman en el embarazo tienen más probabilidad de tener niños con bajo peso, también afecta a largo plazo el crecimiento intelectual de los niños.
Al dejar de fumar tenés estos resultados: mejorar tu salud de inmediato, respirar mejor, sentir más energía, eliminar el mal aliento, quitar el color amarillo de tus dientes y de tus dedos, prevención de enfermedades futuras a tus hijos,ahorrar dinero, vivir mucho más, evitar cáncer de pulmón y otros tipos de cánceres, evitar las enfermedades del corazón.
Estas son algunas de las razones para dejar de fimar. Si querés dejar de fumar y no podés, animate y pedile ayuda a tus amigos, familiaries o médicos, pero no te dejes morir.
Aldana Flores

Día Internacional de la lucha contra el SIDA

El 1 de diciembre es el Día Internacional de la lucha contra el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida).
Voy a comenzar hablando un poco sobre esta enfermedad sin gura que afecta el sistema inmunológico, debilitando nuestro cuerpo.
El SIDA no tiene cura, pero se puede tratar. Para descubrir quién contrae SIDA se deben hacer muchos estudios. Esta enfermedad es contagiosa si no nos cuidamos al tener relaciones, porque nadie sabe con quién estuvo antes la otra persona. Hay otras formas de contagio mediante agujas, o al tocar sangre infectada. Para prevenir, debemos usar preservativos, al lastimarse alguien con SIDA deben usar guantes, agujas esterilizadas, etc.
En 2010 se detectaron 209 casos de SIDa, 123 son hombres y el resto mujeres. La verdad, alguien podrá hacer entender a la sociedad que debe conocer un poco más a estas personas y que no se debe discriminar, porque con un beso o un apretón de manos, no nos vamos a morir, y a ellos les alegra la vida que nosotros los ayudemos con su tratamiento. No los obligamos a que se unan a esta lucha, sino a que la conozcan.
Aldana Flores

Señores padres...

Señores padres:
El dia martes 15 de agosto no habrá clases por falta de los auxiliares de cocina
Firma:                         aclaración:
Bueno, en sí, si un chico no desayuna, no puede aprender, pero ¿es necesario que en una escuela no haya clases porque no hay comida?
Yo creo, y espero que a nadie le ofenda mi opinión, que en realidad  en la escuela lo que te tienen que llenar es la cabeza, no el estomago. Por eso me parece algo insólito que no haya clase por falta del personal auxiliar. También hay poca responsabilidad de parte de los profesores cada vez que se ponen de acuerdo para faltar por un paro. Me parece algo justo que reclamen por un mejor sueldo pero, ¿para qué hacerlo todas las semanas? No se dan cuenta de que a los que les afecta en su aprendizaje es a los chicos
Es una opinión que la hace un chico de la sociedad que cree en un futuro mejor y espera más responsabilidad de parte de los profes y de todos. Creo que entre todos podemos mejorar el país.

Últimos capítulos de El Puntero

¿Por qué será que esta serue atrapó a tanta gente? Porque se trata mucho sobre la realidad de cada uno.
Nos hace darnos cuenta del otro lado de la Argentina que no se muestra mucho: cómo vive la gente en villas de emergencia.
Es una serie para reflexionar sobre las cosas que pasan en la Argentina, sobre las cosas que están pasando y nosotros no queremos ver.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Ana Frank: historia de una lucha

     Como  les  prometimos a los lectores del diario La otra mirada, aquí está la reseña del clásico que ganó la encuesta que publicamos en el blog.
     Es un diario que se convirtió en un clásico mundial, escrito por una adolescente judía alemana de tan solo 12 años de edad cuyo diario lo escribe con la intención de  esconder el encierro en el que estaba por que los nazis perseguían  a los judío.
     Durante muchos años esa joven judía  Ana Frank junto con su familia se ocultó en unas habitaciones que se encontraban  escondidas dentro de otra casa que ellos llamaban “La casa de al lado “, hasta que un día, el 4 de agosto de 1944 entre las diez de la mañana  llegaron a la casa unos oficiales de la “SS” alemanas  junto a otros agentes holandeses…
     Bueno, si querés saber cómo termina la historia, el libro está muy bueno, se llama El diario de Ana Frank y se consigue en todas las librerías del país…
     En mi opinión, el libro está muy bueno, y leyéndolo  tendrás muchos pensamientos.  Leelo.

martes, 29 de noviembre de 2011

CARTAS DE LECTORES: Violencia

Uno de los lectores de La otra mirada, que también participa de las actividades de la Fundación, nos acercó una carta de lectores.
LECTORES DEL L.O.M:
Muchas veces caminamos por la calle y vemos chicos peleando. Quizás tambien pasamos por el colegio y vemos que a la salida la violencia es la que gana...
Ayer en el colegio a la mañana dos chicos discutieron por una cosita que pasóque no era para pelea,pero para los chicos de hoy (no todos), todo es pelea: lo amenazó con que a la salida lo iba a agarrar...
¿Por qué pasa esto en los colegios?  ¿Será por la educación que nos dan nuestros padres o por qué? Muchas veces la violencia no va solo por los golpes o por contacto físico, sino que puede ser verbal, psíquica, sentimental, de todo tipo. Eso no quiere decir que no tenga solución: todo en la vida tiene solución, esto se soluciona dialogando...
Muchas veces la violencia trascurre por las drogas. Hay veces en que la droga comienza todo. También pasamos por las esquinas y vemos chicos drogados y quizás no los  miramos por miedo a que nos traten con violencia o simplemente una mirada termina en una pelea y hasta a veces en una muerte...
Últimamente la gente de MARILO está contenta porque en las avenidas como ¨JULIO ARGENTINO ROCA Y MAYOR IRUSTA¨ todos los días está la gendarmería haciendo control y la policía anda dando vueltas por las calles... La verdad es que eso está bueno, pero no quiere decir que con que haya  patrulleros dando vueltas, la ¨VIOLENCIA¨ ya no exista. Quizás estamos mas seguros pero no del todo... quizás pensemos que donde está la policía no hay violencia, pero ¿donde no está?
ELIAS ROJAS

jueves, 17 de noviembre de 2011

NOTICIAS: Feria de ciencias

El día 17 de noviembre de 2011, se hizo una feria de ciencias en la escuela N° 22. Los alumnos de cuarto y quinto año realizaron experimento socn la física y la quiímica. Los experimento de cuarto fueron un horno solar y demás, y los dequinto economía hicieron un polímero y un huevo en vinagre, entre otros.
La verdad es que la feria de ciencias estuvo muy buena, la repetiría otra vez.

EDITORIAL: ¿Qué fue La otra mirada para nosotros?

     En primera instancia, quisimos contar quiénes somos y qué es lo que queremos transmitir.
     Las entrevistas estaban y estarán enfocadas a cuestiones que nos interesan a nosotros, y que pensamos que le podrían interesar al lector. Además, hicimos un mero intento de entgretener, hacer pensar y, por qué no, divertir a la gente.
      Una gran parte del diario la dedicamos a escribir noticias acerca del barrio Mariló, ya que es nuestra "sede", pero no solo desde un punto de vista negativo, como muchos diarios tienen, sino que tratamos de "ver, aunque sea, un rayito de sol en un día nublado".
      Lo mejor del trabajo, que quizá pudieron notar, fue el ámbito en el que trabajamos y creamos todo aquello que pudieron leer en nuestro diario, que tampoco es tan nuestro sino uq ees de ustedes, ya que lo escribimos para ustedes, los lectores, y ustedes verdaderamente hacen posible la existencia del diario.
Gracuas, de parte de: José Gómez, Maricio Carrillo, Cecilia Valdez, Nicolás duarte, Katherine Cepeda, Aldana Flores, Camila Urbano

sábado, 29 de octubre de 2011

OPINIÓN: Las drogas y el alcohol

En mi vida vivo mucho el ver a mis amigos, parientes y vecinos drogándose o borrachos. Antes lo veía como algo habitual del día a día, pero ahora lo veo como un tema muy preocupante, porque se están arruinando la vida. Uno drogado o borracho puede hacer muchas locuras, porque uno no está consciente de lo que hace en ese estado.
Yo vi muchos casos de gente que está así y comete muchas locuras y después, cuando está fresca, se arrepiente de lo que hace, porque vienen las consecuencias.
Cuando las personas están drogadas o borrachas no se preocupan de nada, sin saber que hay personas que se preocupan por ellos, y que si les llega a pasar algo los que lo sufren son los demás. A ellos no les importa nada, pero después dicen "¿por qué no le hice caso a fulanito"?
Hay muchos que dicen "yo me drogo o me emborracho porque tengo problemas en mi familia", pero uno lo hace porque quiere, porque nadie te pone un fierro en la cabeza y te dice "drogate" o "emborrachate". Está en uno si lo hace o no lo hace.
Esta es una opinión mía.
Cecilia Valdez

Después del Emanuel

     Este jueves 20 de octubre se realizó el retiro Emanuel, que duró hasta el domingo 24 de octubre, en donde más de 60 chicos participaron.
     Este retiro fue un éxito gracias al gran trabajo que hizo el equipo de coordinación, pero hay que agtradecer también al equipo de cocina, que hizo un trabajo extraordinario con la comida y todas las tareas extras que realizaron, ya sea limpieza, cuidado, etc...

jueves, 27 de octubre de 2011

NOTICIAS: Caminata a Luján

El primero de octubre fue la caminata a Luján. Miles de peregrinos se sumaron a la experiencia, algo fascinante para muchos creyentes en la Virgen, donde muchos van solos o en grupos de amigos.
El grupo que salió de la Fundación Pies Descalzos estaba integrado por Aldana, Matías, Mauricio, Elías Cardozo, Marisol, Ceci, Luli, Elías Rojas, Kathy, Pablo y Matías, uno de los encargados de cuidarnos.

Opiniones sobre la caminata a Luján:
"La experiencia fue única. Nunca había ido a Luján, pero la verdad es qeu me gustó. Lo repetiría una y mil veces. Me gustó mucho haber ido con la Fundación y con amigos". Kathy

"Fue muy lindo. A pesar de haber sudo la tercera vez que iba no lo dejaría de hacer porque es una experiencia maravillosa y única". Aldana

"La caminata a Luján fue una experiencia inolvidable. No puedo decir nada pero los que lo hicieron saben lo que se siente.No cuento nada porque me gustaria que toda la gente tenga la experiencia de la caminata, es como darle tu amor y tu sacrificio a la Virgen." Mauricio

miércoles, 26 de octubre de 2011

ENTREVISTAS: La salud, un compromiso con el otro

En La otra mirada nos preguntamos por la salud, y, para conocer de cerca cómo se trabaja y como se acompaña a la gente en este campo, entrevistamos a dos personas muy comprometidas. Felicitas Irazusta nos contó sobre el proyecto de la Asociación Voy con vos para terminar con la desnutrición en Chaco. Juan Ignacio Solernó, médico residente en un hospital de la Ciudad de Buenos Aires, nos acercó a la realidad del trabajo en el hospital y de lo que significa el vínculo con quien se encuentra vulnerable. Si quieren saber más, aquí están todos los detalles de la boca de ellos mismos.
¡En breve sumaremos fotos de las entrevistas!

Felicitas Irazusta: "Nosotros, lo que queremos hacer, es tratar de terminar con la desnutrición"

LOM: Primero contanos tu nombre y tu ocupación.
FI: Soy Felicitas Irazusta, tengo 21 años y estoy estudiando psicología.
LOM: Nos contaron que estás en un proyecto en una Asociación, queríamos saber cuándo y cómo surgió la idea del proyecto de desnutrición infantil.
FI: Nosotros somos voluntarios de un asociación que se llama Voy con vos, que está ayudando a dos lotes de Chaco, que son el lote 20 y el lote 42. Este proyecto nace el año pasado. Con algunos chicos nos pusimos a pensar sobre la situación de los chiquitos de Chaco, en cuanto a la nutrición, y este año, a principio de año, se formó un equipo de nutrición. Nos presentamos por primera vez en Semana Santa, fuimos por las casas diciendo que se formaba un nuevo grupo, un nuevo taller, que era de nutrición, les contamos quiénes éramos. Hay dos que están estudiando medicina, dos que estamos estudiando psicología. Nos presentamos y le dijimos a la gente que íbamos a empezar este nuevo taller. Lo que primero hicimos fue hacer encuestas en las casas para evaluar las condiciones de vida, ver en dónde vivían, cuántos hijos tenían, si recibían algún plan o no que los ayudara. Pesamos y medimos a los chicos, y también a las madres para poder sacar datos concretos de cuál era la situación allá. Después también nos juntamos en Buenos Aires casi todas las semanas para ver qué vamos a hacer en nuestro próximo viaje. Nosotros viajamos alrededor de cuatro veces por año a Chaco, queda muy lejos, entonces tratamos de que cada viaje esté bien organizado, para que nosotros podamos sacar lo que queremos de ese viaje y poder ir trabajando con la gente a medida que van surgiendo las necesidades. Ellos nos cuentan qué les pasa, nosotros tratamos de darles una mano y todo esto enfocado desde la nutrición, porque en Chaco hay muchos chicos desnutridos, y son dos lotes que están muy alejados del pueblo [Tres Isletas, Chaco]. Hay una salita que se ocupa de ellos pero no tienen muchos recursos, entonces se tienen que ir hasta el hospital de Tres Isletas, que queda muy lejos. La idea es tratar de darles una mano antes de que lleguen a una situación tan grave que se tengan que ir a Tres Isletas.
LOM: ¿Fuiste una de las pioneras en la Asociación o te sumaste después al proyecto?
FI: No, yo me sumé después. La Asociación viene de hace cinco o seis años, de unos chicos que iban a un colegio en Buenos Aires y se iban a misionar a  ese pueblo, y yo me sumé recién hace dos años.
LOM: ¿En qué consiste tu trabajo?
FI: Es complicado. En realidad, consiste en darle una solución concreta al problema que están teniendo: ellos tienen dificultades en darles a sus hijos la comida que necesitan, entonces nosotros tratamos de poder ayudarlos, de poder enseñarles a las madres algunas cosas que no saben… Tratamos de estar atentos a lo que les pasa, en realidad…
LOM: Las necesidades en el momento, serían.
FI: Tal cual, sí.
LOM: ¿Algún caso particular te marcó?
FI: Sí. En realidad, empezar con este proyecto ya fue fuerte, porque una cosa es ir al lugar, y otra cosa es cuando te empezás a enterar con datos concretos de qué les está pasando a los chicos. Por ahí, había muchos chicos con quienes jugaba, o con quienes estaba todo el día, y, después de pesarlos y medirlos, salió que estaban desnutridos. Eso te afecta. Aparte, ibas conociendo a la familia, y te iban contando de los problemas que tenían, y, sí… Había un chiquito de diez semanas, que es muy chiquitito, a quien la mamá le tenía que dar de mamar, y en lugar de darle de mamar le daba mate cocido. Un chiquito de diez días no puede tomar mate cocido, porque todavía es muy chiquito, y entonces no tiene todos los órganos que tenemos nosotros preparados para eso. Ese caso, por ejemplo, me marcó, porque era muy chiquitito, entonces tuvimos que trabajar con la madre a ver qué le estaba pasando.
LOM: ¿Qué es lo que hace que quieras trabajar ahí?
FI: Qué buena pregunta. Yo sé que hay alguien que necesita una ayuda y que yo puedo darle una mano, y eso creo que es lo que me hace querer ir ahí: saber que puedo hacer algo por ellos, que puedo ayudarlos.
LOM: ¿Cómo es la situación de desnutrición en Chaco?
FI: Mirá, es bastante complicada. De los chicos que pesamos y medimos, que son alrededor de 50 chicos, más de la mitad tenían desnutrición, y tener desnutrición es no tener los nutrientes necesarios que tenés que tener para esa edad. Lo que pasa es que el cerebro, cuando un bebé es muy chiquito, se desarrolla, y si no tiene los nutrientes que necesita, se desarrolla menos, entonces vos tenés que tratar de que el chiquito, cuando es bebé, tenga los alimentos que necesita, para que se pueda desarrollar bien, y así pueda estudiar, pueda después trabajar. Si no tiene eso le cuesta muchísimo más que a otros chicos.
LOM: ¿El proyecto de desnutrición está dirigido solamente a niños?
FI: Sí, está dirigido a niños por este tema: porque creemos que vos podés prevenir la situación. Una vez que el cerebro crece, si está desnutrido no hay posibilidades de revertirlo, entonces nosotros apuntamos a los chiquitos por un tema de tratar de prevenir, de tratar de que no lleguen a una situación muy complicada…
LOM: ¿Qué resultados tuvo el proyecto hasta ahora?
FI: Por ahora, en realidad, nos dimos a conocer, que ese es uno de los principales objetivos de este año: que nos conozcan y que sepan que estamos trabajando en eso. Pero, después, como recién acabamos de empezar, vamos a pasos muy cortitos, entonces lo que hicimos fue pesar y medir a los chicos y ver si estaban desnutridos o no y tratar de trabajar con las madres de esos chicos que estaban en bajo peso y decirles que sus hijos estaban en bajo peso así les podían poner un poquito más de atención y cuidar un poquito más de ellos.
LOM: ¿Cómo fue que captaron la atención de la gente¨?
FI: Fue complicado, porque tuvimos que ir casa por casa diciendo quiénes éramos, y a veces no venían todos a la reunión, entonces venía poquita gente. En realidad, lo que nos pasó fue que fue más de boca en boca. Por ahí se enteraban de que nosotros estábamos ahí, entonces iban, o por ahí se enteraban de que había otro taller ahí en la escuela. Porque nosotros siempre estamos ahí en la escuela y las madres van. Por ejemplo, había un taller donde las madres aprendían a tejer, entonces nosotros aprovechábamos, y, antes de que las madres tejieran, les dábamos una charla, así íbamos sumando gente, pero cuesta.
LOM: ¿Los voluntarios tienen continuidad con el proyecto?
FI: Algunos sí, y otros, no. Justo, en nuestro grupo de nutrición somos cinco, y todos seguimos, por ahora, por suerte, pero como es tan lejos, cuesta viajar. Si no viajás, a veces te perdés, te metés en todo lo que tenés que hacer en tu rutina y todo eso, y decís: “bueno, abandono”.
LOM: Aparte de la desnutrición infantil, ¿cuáles son los otros temas con los que trabaja la Asociación?
FI: Principalmente, con la educación de los chicos. Los chicos van a una escuela rural ahí, y tienen hasta séptimo grado, entonces lo que hace la Asociación es becarlos para que puedan ir a una escuela técnica en Tres Isletas en donde puedan aprender carpintería, electricidad, todas esas cosas. Voy con vos arrancó con eso. También tenemos taller de tejido, taller de lectura, el de nutrición que arrancó este año, taller de arte…
LOM: Los proyectos de la Asociación, ¿son solo infantiles?
FI: No, el taller de tejido, por ejemplo, es para las madres, y después existe el taller de jóvenes, que es para adolescentes, y las becas son para adolescentes, así que hay para todos. Y el de nutrición trabaja con los chiquitos que están desnutridos pero sobre todo también con las madres y con las familias, así que hay de todo.
LOM: ¿Cuántos voluntarios o profesionales trabajan, más o menos?
FI: Me parece que profesional no hay ninguno. Somos todos chicos que estamos estudiando. Voluntarios, que viajan seguido, deben ser cuarenta, y después hay algunos otros que van a reuniones que se hacen acá en Buenos Aires, pero que no viajan.
LOM: ¿Invitan a gente para que se sume como voluntaria?
FI: Sí, es un grupo que está abierto. Cuanta más gente, mejor, porque hay más manos que pueden ayudar, así que sí, está abierto. Lo que pasa es que empezó hace algunos años, pero cada vez, por suerte, va creciendo más, así que cada vez se va sumando más gente.
LOM: ¿Cómo hacen para invitar?
FI: Se va corriendo también mucho de boca en boca. Entre los amigos que te dicen: “che, mirá, conozco a una persona que se va a Chaco y que hace esto y aquello…”, y se van sumando. Y si no, una vez por año hacemos una reunión general para contar qué hacemos, quiénes somos, y por ahí, ahí encontrás gente que te dice “uy, qué bueno lo que hacen, me quiero sumar, tengo ganas”, y se suma.
LOM: Ya nos dijiste que uno de los objetivos era la darse a conocer. ¿Tienen algunos otros para el futuro?
FI: Sí. Nosotros lo que queremos hacer es tratar de terminar con la desnutrición. Es algo muy complicado, también queremos educar a las madres y a los chicos y a las familias. Sería así: nuestro objetivo más grande sería terminar con la desnutrición, pero eso es muy complicado, entonces lo tenemos que hacer con pasos muy chiquititos. Después, queremos educar, queremos prevenir…  ¿Vieron lo que les conté del chiquito de diez días que la mamá no sabía que no le podía dar mate cocido? Queremos hacer eso, también: que las mamás sepan lo que está bien y lo que está mal, que por ahí nadie se los contó y no lo saben, porque están en un pueblo muy lejano a la ciudad y en Chaco, donde están todos muy separados, entonces no se hablan entre sí. Queremos tratar de dar más información.
LOM: ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
FI: Me gusta estar con la gente, me gusta estar con ellos. Se va formando una amistad que es muy linda.
LOM: Para terminar, ¿cómo te sentiste en la entrevista?
FI: Me sentí muy cómoda, estuvo muy bueno. Gracias. 

Juan Ignacio Solernó: "Lo que más me atrajo de esta carrera es estar cerca de los problemas de la gente"
LOM: ¿Qué es lo que te influyó para seguir esta carrera?
JS: Me influyeron dos o tres cosas. Lo que más me atrajo o me atraía era estar cerca de los problemas de la gente. Me atrae mucho el lugar donde hay conflicto, digamos. Y la enfermedad genera conflicto, justamente, ¿no? Para la persona, para la familia, para el resto de la gente que está alrededor, y al mismo tiempo representa un desafío. Uno tiene que esforzase para aprender y tener las herramientas para poder solucionarlo. Entonces estar, compartir esos momentos en los cuales la persona se torna más vulnerable es lo que más me gusta, es lo que me atrae. Estar en ese momento cuando la persona se descubre vulnerable y poder ayudar ahí o aportar lo que  pueda aportar para que se sienta mejor.
LOM: ¿Qué especialidad elegiste?
JS: Pediatría. Atendés chicos, desde que nacen hasta los catorce o quince años.
LOM: ¿Te gustó alguna otra especialidad además de pediatría?
JS: Sí, la que me gustó es esta que se llama medina general o medicina familiar, en la que se trabaja generalmente en centros periféricos de salud: en salitas de barrio o muchas veces en hospitales rurales, que lo que hacen es atender lo más prevalente, o las patologías o los problemas más comunes de una comunidad entera. Por ejemplo: desde hacer un parto hasta atender a un anciano o atender a un recién nacido o a un joven. Lo que tiene, que también me gusta mucho de esa especialidad es la integración con la comunidad. No solamente hacer trabajo médico específicamente, sino poder trabajar con la comunidad para ir tratando de desarrollarla. No solamente tratar de solucionar una enfermedad, sino tratar de solucionar el problema de las cloacas, del agua corriente, de prevenir enfermedades, de entender. Por ejemplo, en otras culturas, trabajar al lado de un chamán. En los pueblos originarios, en las culturas aborígenes de nuestros continentes, el chamán era una mezcla entre sacerdote y curandero, y cuidaba a las personas con ritos y con hierbas. Me gusta la idea de tomar lo positivo de cada cultura y poder compartir lo que traje yo, las dos cosas. Los chamanes siguen existiendo, y existen en Capital Federal. Donde estoy trabajando ahora hay uno.
LOM: ¿Te gusta el trabajo que tenés?
JS: Sí, me gusta. Como en todo trabajo, hay días en que estoy cansado, hay días en que no tengo ganas de ver a nadie, hay días en que la paciencia se me acaba, pero si miro para atrás y miro con un poco de distancia estoy contento de lo que elegí. Me gusta el trabajo que hago. Te devuelve muchas gratificaciones. Es mucho desgaste, también, pero te devuelve muchas gratificaciones en la relación con la gente.
LOM: En tu adolescencia y niñez, ¿te gustó otra carrera, o siempre tuviste eso en mente?
JS: Quise ser bombero, como todo chico. Quise ser policía, pero cuando tendría siete u ocho años empecé a decir que quería ser médico. Después, me  marcó mucho, también, cuando tendría diez u once años, un libro que cuenta la historia de Albert Schweitzer, un médico que trabajó en África, con los pueblos aborígenes de allá, y que se metía en la canoa, en el medio de la selva. Esas cosas fueron también alimentando un poco mis ganas. Después, las series de televisión como ER emergencias siempre me gustaron. Pero la verdad es que, llegando a los dieciséis o diecisiete años, empecé a hacer crisis y empecé a pensar en otras carreras, también. Pensé en hacer psicología, pensé en hacer economía, pensé en hacer política, y gracias a Dios no elegí ni política ni economía, y elegí lo que elegí, pero sí, también pensé en hacer otras cosas.
LOM: ¿Qué es lo que te motiva para ir cada día a tu trabajo?
JS: ¿Qué es lo que me motiva? Qué buena pregunta. A ver, hay días en los que, creo que como todos, no quiero ir a trabajar, me gustaría quedarme en la cama durmiendo o haciendo algo que me guste, pero encuentro la motivación en el vínculo con la otra persona. Lo que se da en medicina es que en cierta manera uno se hace responsable y acompañante de una persona que está en situación de necesidad. En mi caso es un chico con su madre, generalmente, y el hecho de comprometerme con ese chico para que ese chico esté bien, comprometerme en acompañar a la madre o al padre: acompañarlos si la cosa no tiene solución y acompañarlos incluso si tiene solución, y ver cómo por el hecho de comprometerse las cosas van saliendo bien es lo que me genera más ganas. Uno puede comprometerse a medias, y hacer lo mínimo e indispensable y la cosa anda, a medias, pero anda, pero uno ve la diferencia cuando te importa mucho el otro. No son todos los días, pero bueno, cuando pasa, cuando te importa mucho el otro, te das cuenta de que el trabajo que vos hacés es mucho mejor. Las cosas que pudiste solucionar de la vida del otro son muchas más, y eso es lo que más te motiva.
LOM: ¿Qué pensás cuando te levantás?
JS: Primero pienso en qué voy a desayunar, si me levanté con ganas de té o café, y después, siempre se me ocurre qué deparará el día, qué se traerá el día. Uno va con esa expectativa de encontrarse con algún desafío, también, de poder hacer algo bueno, de poder aportar algo, poder ser útil: cuando estás en la sala de internación, que el problema del chico se resuelva y se vaya a su casa. Cuando estás en el consultorio, poder ir descubriendo cositas chiquititas sobre las cuales intervenir. También, algo que me motiva es el deseo de aprender. Tal vez no lo dije antes, pero es otro motor importante: el deseo de aprender, de saber más, de conocer.
LOM: ¿Cuántas horas cumplís de trabajo?
JS: El horario que tengo que hacer de trabajo es entrar a las ocho e irme a las cinco. Ese es el formal. En la residencia de pediatría hay distintas rotaciones. Por ejemplo, en los centros de salud a veces te vas a las tres, cuatro. A veces, en la sala de internación, cuando explota de chicos internados te vas a las siete de la tarde, y también hacemos guardias: uno se queda en la sala de internación cuidando a los que están internados y recibe a los que tienen que internarse, entonces entrás a las ocho de la mañana y te vas a la una del mediodía del otro día. Esos son los días más graves.
LOM: ¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes en los adolescentes, o, en este caso, preadolescentes?
JS: Buena pregunta. En general, la enfermedad respiratoria es más común en los chicos más chiquititos. Entre los preadolescentes se enferman de las vías respiratorias los asmáticos o los que tienen muchos factores de predisposición. Son frecuentes las intoxicaciones, porque los chicos empiezan a probar algunas cosas, son frecuentes lo que se llaman politraumatismos: accidentes en vía pública, golpes en deportes, caídas. Son frecuentes también algunas enfermedades crónicas: ya se marca la tendencia a la obesidad, la hipertensión. Son frecuentes (no tan frecuentes, pero a veces las hay), las enfermedades de transmisión sexual, sobre todo en chicos más grandes, no tanto preadolescentes. El preadolescente está como en ese proceso de transición entre chico y grande, está con un pie en un lado y con un pie en otro, también hay mucha cosa más bien desde lo emocional que los chicos pasan, no solamente desde lo físico. Cambia mucho el cuerpo, pero en general no se enferman tanto.
LOM: ¿Alguna vez tuviste un error al atender a un paciente?
JS: Sí, tuve.
LOM: ¿Nos podrías contar?
JS: Bueno, les cuento. Cuando los chicos tienen diarrea y la diarrea es muy líquida y muy importante, uno tiene que reponer el líquido constantemente, porque si no se deshidratan. Cuando son muy chiquititos, por ejemplo, chicos de seis, siete kilos, bebés de tres meses, más o menos, un pañal de 600 gramos representa un 10 % del peso del cuerpo del chico. Entonces, los chiquitos son muy lábiles a deshidratarse rápido, y me pasó dos veces de descuidar a un chiquito un par de horas y en esas dos horas se deshidrató. Igual le pusimos suero y anduvo bien. También tuvimos el caso de otro chico al que lo quisimos rehidratar con el pecho, porque no le encontrábamos una vena, porque no queríamos llamar al cirujano para que lo cortara y le buscara la vena con cirugía y también se deshidrató durante la guardia. Igual andan bien los chicos, a ninguno le pasó nada grave. Hay que estarles muy encima, a los que se internan hay que estarles muy encima. A veces uno por confiarse, por distraído o por cansancio, no lo hace. A veces uno está bastante cansado y no trabaja del todo bien, pero gracias a Dios no está solo y siempre hay algún otro al lado que se da cuenta de que la cosa no está andando bien e interviene.
LOM: ¿Cómo dan los turnos en tu hospital? Porque en las salitas hay que ir un día antes para retirar los turnos, entonces queríamos saber si era igual o hay que ir en el día para que te atiendan a la tarde.
JS: En el hospital lo que se hace es dos turnos de consultorio: a la mañana y a la tarde. La gente va a las siete de la mañana, aproximadamente, y saca turno y se la atiende en el día, a la mañana. Y después puede ir a las once de la mañana y pedir turno para la tarde. En esos casos se lo atiende en el día. En las salitas -que generalmente están metidas en zonas más difíciles, villas o zonas inseguras –, cuando se hacía eso a mucha gente que iba a las siete de la mañana le robaban esperando para entrar a la salita y sacar turno. Después, hasta se había hecho un negocio, que era que vos le pagabas a alguien para que haga la cola por vos a la mañana…
LOM: Hay, todavía…
JS: Debe existir acá también, sí. Le pagabas para que vaya a las cinco de la mañana, haga la cola por vos y se había armado toda una mafia bárbara con eso, porque las madres que necesitaban turno no alcanzaban a tener uno. Así que lo que se hizo fue que las madres van a las dos de la tarde a la salita y sacan turno para el otro día. Si es una urgencia, si el chico está grave o es algo muy agudo, se lo atiende igual sin turno.
LOM: ¿Te sentís cómodo en el hospital en el que estás trabajando?
JS: En balance general, sí. Tengo mis diferencias con algunas personas que trabajan ahí, o por pensar distinto o por no bancarme la manera en que tratan a la gente. No me gustan muchas cosas que se hacen ahí: cómo se tratan entre médicos y cómo trata el médico al paciente. Me hace sentir incómodo. Pero bueno, no toda la gente trabaja así, y los que lo hacen no lo hacen todo el tiempo, tampoco, y entonces uno puede llegar a convivir. Hay mucha gente, también, que trabaja bien y que lo disfruta. En líneas generales, la gente que trabaja es buena, pero a veces no hay  buenos tratos, y eso genera un poco de incomodidad.
LOM: ¿Qué caso que atendiste te conmovió más?
JS: Hay varios… Me acuerdo de dos. Uno que ilustra más lo médico y uno que ilustra más lo social. El trabajo del médico, por lo menos como lo veo yo, es un poco y un poco. Una pata es la médica, la científica, y una pata es la social, la humana.
Uno fue una bebé de dos meses que se había internado por una coqueluche, tos convulsa. Había estado internada una semana, había mejorado. La coqueluche daña los pulmones, pero puede andar bien. El día en que se iba a ir de alta se pescó un virus, el virus de la bronquiolitis, el más común, y empezó a empeora. Yo estaba en la sala de internación. Pasó a terapia intensiva una mañana. A esa bebé la vi casi muerta, y me conmovió mucho porque habíamos hecho mucho vínculo con la madre, con la familia. La bebé era preciosa. Hermosa. La llevaron a terapia intensiva y estuvo cerca de veintiún días o veintiocho días con el respirador, pero incluso con el respirador artificial no mejoraba. El pronóstico era muy malo, muy malo, y era un virus que se había pescado dentro del hospital sobre un pulmón enfermo y que tranquilamente o se lo habíamos contagiado los médicos o enfermeros que habíamos entrado o salido de la habitación, o la madre había visitado otra habitación. Igual puede pasar. La cuestión es que estuvo casi un mes en terapia intensiva, a punto de irse del otro lado, y se salvó. Fueron impresionantes sus ganas de vivir. Dos meses tenía.
Cuando los chicos salen del respirador, están dormidos, y después hay que bajarles la analgesia de a poquito, porque si no tienen síndrome de abstinencia. Entonces, estuvo como dos semanas en la sala de vuelta haciéndole el descenso de la droga, y en esas dos semanas, de estar dormida y uno verla con muchas secuelas, pasamos de a poquito a ir viendo cómo se iba despertando, e iba recuperando el tono de los músculos, la conexión con el entorno. Cuando se fue, se notaba que le faltaba recuperarse un poco, pero estaba bien, y lo fue recuperando después. Fue bastante extremo. Lo que más te pega es cuando hiciste un vínculo con el otro.
La otra historia es la de una chiquita de unos diez años con una parálisis cerebral, que decía palabras sueltas. Estaba en silla de ruedas, con un retraso madurativo, y la habían encontrado en un baño de un parque público con la mamá que se había muerto al lado. Yo estaba de guardia cuando la recibimos. Se internó porque no tenía dónde ir a parar. Cuando se interna un chico así el Gobierno de la Ciudad le pone un acompañante hospitalario. La enana era comiquísima, era muy graciosa. Se miraba al espejo y decía que era linda, “soy preciosa, mirame”, era muy graciosa, y te llenaba de besos. La acompañante hospitalaria todos los días le hacía un peinado nuevo, la bañaba, la cuidaba, la tenía impecable. La verdad es que era espectacular. Después encontraron al papá. Al final terminó yéndose a un hogar durante un tiempo y después el papá se iba a hacer cargo. Fue impresionante: el día que entró no sabíamos ni cómo se llamaba y al final terminamos pudiendo encontrar al papá. Ella era un espectáculo, la verdad es que era un espectáculo.
LOM: ¡Muchas gracias por la entrevista! Muy interesante.

jueves, 13 de octubre de 2011

Visita al centro de formación profesional

El día 28 de septiembre fuimos al Centro de Formación Profesional con los chicos de "Construyendo la vida" para darnos una orientación sobre qué hacer cuando seamos grandes.
Vimos varios talleres como: gastronomía, mecánica, electricidad, plomería, peluquería y auxuliar de familia. Estos son algunos de los cursos que conocimos.
Las cuotas por mes no pasan los $60, y está muy bueno porque los chicos no trabajan individualmente, se ayudan entre todos, y si hace falta algo se prestan.
Hay algunos cursos que tienen doble turno, para los chicos que van a la universidad o al colegio, o trabajan. Todos los talleres son muy entretenidos.
Aldana Flores

Maratón de Lectura en la Fundación Pies Descalzos

El viernes 30 de septiembre, como todos los años, en la Fundación Pies Descalzos se realizó nuevamente la Maratón de Lectura, este gran evento organizado por el CPL (Centro de Promoción de la lectura) de la Fundación Pies Descalzos.
Las cosas que se hicieron ese día fueron muchos rincones de lectura, hubo voluntarios de la Fundación acompañando a los chicos en su lectura. También hubo actuaciones y muchas cosas más que ayudaron a que los chicos participen más y a que se interesen por leer.
Gracias a todos los que hacen posible que esto se repita todos los años, y a todos los que se hicieron presentes ese día.
José Gómez

miércoles, 5 de octubre de 2011

LA OTRA MIRADA: Octubre 2011

La otra mirada empieza el trabajo de uno de los últimos meses del año renovado y con nuevos temas de discusión...
- En octubre trabajaremos, discutiremos, en fin, daremos nuestra "segunda mirada" sobre la salud (como siempre, entre otros temas).
- ¡Suscribite a La otra mirada, para que nuestras nuevas entradas lleguen directamente a tu correo electrónico!
- ¡Dejanos mensajes en el chat que podés encontrar a la derecha de la página!

INFORMACIÓN GENERAL: Leucemia

Nos interesa escribir sobre este tema ya que nos ha tocado vivir una experiencia cercana, y además queremos hacer que la gente tome conciencia de que nos puede tocar a alguno de nosotros.
La leucemia es una enfermedad hematológica, cuyos síntomas son: sangrado, dolor de huesos, dificultad para respirar y anemia, los moretones y las infecciones. Hay distintos tipos de leucemia, algunos son fulminantes,y otro, no. Para cada tipo de leucemia hay distintos tipos de tratamientos según el diagnóstico del paciente.
La leucemia produce glóbulos blancos defectuosos que no cumplen sus funciones ni dejan lugar a las plaquetas y a los glóbulos rojos.
Nuestra opinión sobre esta enfermedad es que todos nos tenemos que hacer controlar ya que no sabemos cuándo nos puede atacar este tipo de enfermedad.
Camila, Aldana y Katherine.

jueves, 22 de septiembre de 2011

NOTICIAS: La nueva calle Roca

     En el partido de Moreno se está construyendo la nueva avenida Roca.
     Hace aproximadamente dos meses se empezó a construir esta calle tan transitada por la gente, por lo cual cambiaron el recorrido los colectivos y los automovilistas. La calle Roca está más ancha, ya que constuyeron un boulevard. La gente está más contenta, pero todavía falta, queda un largo trabajo; la calle sigue siendo transitada por muchos. Ojalá sigan arreglando más calles ya que la Roca no es la única que está en malas condiciones.

jueves, 1 de septiembre de 2011

NOTICIAS: El Reconquista se despide de la BASURA

En el límite entre Mariló y Ituzaingó se halla ubicado el Río Rencoquista que desde hace años se ve invadido por la basura del hombre. Desde hace algunas semanas se ha comenzado un trabajo de limpieza en el que toda la basura se ha compactado en bolsas de residuos.
 Esto ha puesto a la gente que vive cerca muy contenta, ya que esto reducirá las enfermedades y mejorará la calidad de vida. No deseo ser pesimista, pero… ¿no es raro que esto ocurra ahora, en el periodo de las elecciones? ¿Por qué no antes? Espero no molestar a nadie ya que esto lo escribo como humilde vecino de Mariló.
 Sin más me despido, Nicolás Duarte

¿Boliches peligrosos?

Los jóvenes, por la noche, salen a disfrutar de su juventud en boliches de la zona. Mucha gente piensa que son peligrosos por lo que ven en la tele y lo que escuchan.
No todos los boliches son peligrosos, y no siempre pasa algo a la salida. Cuatro de cada doce boliches no son peligrosos.
Nosotros, a la hora de elegir un lugar donde ir a bailar y comentarlo a algún mayor, nos dicen que no porque es peligroso, y pueden equivocarse. No siempre lo son, ¿por qué no pueden ser seguros, si el boliche está en regla y tiene salidas de emergencia, en fin, todo lo que debe tener? la televisión muestra siempre a los chicos problemáticos , que vienen o pasados de alcohol o de droga, casi siempre las dos cosas. Siendo así, ¿por qué culpamos al boliche que no siempre tiene la culpa? Al menos eso creemos, tal vez no tendrían que vender alcohol a los menores, una ley que ya no se respeta.

martes, 30 de agosto de 2011

Voces sobre Pies Descalzos

     En la edición anterior del diario  La otra mirada, publicamos un comentario sobre Pies Descalzos, una opinión hecha por el grupo que escribe el diario tratando de explicar qué significa Pies Descalzos en nuestras vidas o en las vidas de los demás pero en nuestras opiniones.                                                                                                 
     Esta vez decidimos hacer otro comentario pero poniendo las  opiniones  de los chicos del PAC (Programa de Alfabetización Complementaria), como, por ejemplo, Elías Rojas, de 14 años, quien nos contó qué significa el PAC para él y en qué consiste en su vida cotidiana.                                                                                                 
     “Desde que vine a la Fundación mi vida cambió y mejoró  muchísimo, por eso estoy muy contento y agradecido de venir al PAC porque hoy en día la fundación es mi familia y mis ganas de seguir adelante gracias a todos los que participan allí.                                            
     La verdad que no tengo más que decir, porque no sería yo si no hubiese conocido este lugar. GRACIAS.”                                                                     

OPINIÓN: Endemol, puertas abiertas

Queremos acotar que en esta entrevista en particular nos sentimos muy cómodos, muy bien recibidos y sobre todo nos sorprendimos mucho con el ambiente de trabajo, ya que era un ambiente de amistad. Se notaba en la gente que encontramos trabajando en Endemol que les gustaba su trabajo y amaban hacer tele.

Endemol:”Detrás de las camaras”

En el día jueves 18 de agosto el grupo de periodistas de La Otra Mirada se dirigió a Palermo Hollywood para entrevistar a una productora de Endemol llamada Andrea Basile. Ella, además de recibirnos muy bien, nos guió a través del Estudio Central de Endemol mostrándonos “La línea de ensamblaje” de los programas.
 Como verán en la entrevista, nos brindó una gran cantidad de información de como se crean los programas de televisión.
Cuando llegamos, Andrea nos recibió en la puerta de Endemol y nos contó de qué se trataba todo esto: “¿Saben lo que es una productora de televisión? Es un lugar donde se piensan los programas para televisión, se llevan a cabo como si fuesen proyectos, como si fuese una fábrica, de la misma manera: cada uno cumple una función específica, y sale adelante el proyecto. En este caso, las productoras, lo que hacen, es: terminan el producto, como si fuese un paquete de galletitas, que sería un programa, y se vende a los canales de aire, o los canales de cable, pueden ser del exterior, o pueden ser de acá de la Argentina. Por ejemplo, Policías en acción sale por Canal 13, sin embargo, el programa lo produce Endemol. Entonces, nosotros armamos acá el programa, y después se lo llevamos al canal y el canal pone el “tape”… No son de un canal específico. Nos dividimos las tareas, en el caso, por ejemplo, de Policías, va un camarógrafo con un productor, hacen la nota, buscan la nota, la graban y la traen a la productora. En la productora se lleva a una isla de edición. Esa sería otra parte de lo que sería el trabajo en equipo dentro de una productora. En la isla de edición se editan todas las notas, se les ponen los subtítulos, se les ponen los ruiditos, se les pone la música, se toca un poco el color de la imagen… se editan. Y después de eso se arma lo que sería el programa que va a salir al aire, se hace todo por computadora. Ese programa se baja a un “tape”. Hay programas que los producen los canales, pero en general son las productoras de televisión las que arman estos productos y los venden. En general, lo que se compran es como si fuesen tres meses de capítulos, trece programas. Si les va bien, dicen ¨bueno, quiero trece capítulos más¨. Entonces el canal le paga a la productora, la productora les paga a sus empleados y todos trabajamos para hacer la televisión.
Nosotros acá estamos haciendo programas que salen en países como… no sé: en Italia, en España, o programas que salen en Colombia, o sea que acá los producimos, los hacemos, los grabamos, los editamos y se vende eso directamente para que lo pongan allá. Por ejemplo, mi compañero, acá al lado, está visualizando un programa para Discovery Channel”.
La conversación viró nuevamente hacia Policías en acción, uno de los programas más famosos de Endemol, y Andrea nos contó algo sobre cómo se preparaba.
La otra mirada: Pero… lo que no entiendo es: tiene que haber una predisposición de la policía para eso.
Andrea: Claro, es así: esa es la tarea del productor, también. Por ejemplo, en Policías en Acción, el trabajo de producción fue hablar con el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y preguntarle: ¨ ¿podemos grabar con la policía?¨. En ese caso dijeron que sí. Es parte de producir un programa. Siempre antes de empezar a grabar, necesitás buscar, es decir, producir los lugares, las personas…  

El trabajo de productora y la televisión actual: elecciones, casualidades, desafíos
LOM: ¿Cómo es que decidiste elegir esta carrera, Comunicación Social?
Yo estudié Comunicación Social en la UBA. En el secundario me obligaban a hacer pasantías, es decir, cuando trabajás en un lugar y no cobrás, lo que estás aprendiendo es cómo se trabaja. No sabía qué elegir y elegí trabajar en una radio, en la parte de producción de una radio de San Miguel. Empecé a ir a la radio y me gustó como ámbito de trabajo, que no era una oficina, podía estar vestida de jean y zapatillas y tomar mate y me pareció lindo. Cuando me imaginé trabajando, me pareció que estaba bueno trabajar en un lugar así, donde uno pueda estar relajado, tranquilo, y estar trabajando, que sea parte como de un juego. Yo iba a estudiar economía, y empecé a trabajar en la radio, y dije: ¡quiero trabajar en una radio! Estoy trabajando en televisión, ya voy a llegar a trabajar en la radio, pero bueno… Empecé a investigar dónde podía estudiar, y llegué a Comunicación Social, donde te muestran cómo se trabaja en todos los medios, hacés radio, hacés televisión, estudiás mucho, pero bueno… Y después entré a trabajar en tele, pero fue por eso, ahí me decidí, en quinto año. Si no fuese por las pasantías ahora estaría en un escritorio, con tacos, pasándola mal.
LOM: Cuando comenzaste a estudiar Comunicación Social, ¿pensaste que podías llegar a ser productora de Endemol?
Andrea: No. Yo trabajé en muchos lugares. No sabía de qué iba a trabajar, la verdad. Uno empieza a estudiar y decís: ¨bueno, ¿dónde me imagino?¨. Yo sabía que quería trabajar en una radio. No sabía si iba a trabajar en tele o no. Pero cuando uno va conociendo lugares, estudiás y vas aprendiendo, decís: “bueno, me gustaría trabajar acá, me gustaría trabajar allá”.
LOM: ¿Cuántas horas trabajás por día?
Andrea: Bueno, eso depende mucho. Por ejemplo, hay veces que tenemos un horario, que es de 10 a 18. Son ocho horas las reglamentarias, las que el sindicato nos dice que tenemos que trabajar. Pero para este tipo de trabajos, hay veces en que uno, como te piden cosas de un día para otro, tiene que trabajar más… y he trabajado veinte horas, he trabajado catorce horas… he trabajado veinticuatro horas. Gracias a Dios, acá, hace poco, los delegados del sindicato de televisión están regulando un montón todo eso, y nos ayuda a que nosotros por lo menos podamos elegir si queremos trabajar más de ocho horas, y, si lo hacemos, que nos lo paguen.
Hay veces en que, yo tengo que cumplir ocho horas diarias, pero, de repente, mis ocho horas, en vez de empezar a las diez de la mañana pueden empezar a las seis de la tarde. Cuando yo trabajaba en Policías en Acción y se tenían que ir a grabar puertas de boliche, no iba a ir a las diez de la mañana a grabar una puerta de boliche, entonces, por la necesidad del programa o del contenido del programa o de lo que hay que grabar, hay veces en que hay que grabar de noche. Hay veces en que tengo que trabajar a la noche, pero hay veces en que puedo no venir porque necesito hacer otra cosa, o puedo venir así vestida, es como… es lo bueno y lo malo del trabajo. Por eso no trabajo en una oficina, me aburriría en una oficina. Pero también a veces es costoso, y uno no puede comer, o no podés parar a almorzar o no podés parar a cenar, y estás doce horas trabajando seguidas, pero pasa eso, que a una le gusta, entonces, a veces no se da cuenta, que está mal. Porque si yo trabajo ocho horas y solo ocho horas, en vez de trabajar dieciséis, en esas otras ocho horas hay una persona trabajando en mi puesto, y ese es un puesto de trabajo más también para todos, por eso el sindicato regula que cada uno haga el trabajo que tiene que hacer.
LOM: Pasamos más de lo personal a lo laboral. ¿Qué le importa más a la tv actual? ¿El rating o el contenido?
Andrea: Bueno, yo creo que hay una diferencia entre lo que son los programas de aire y lo que son los programas de cable. Los programas de aire son los programas que puede tener uno sin tener que pagar. Yo creo que a los programas de aire sí les importa más el rating. Porque el rating mide la cantidad de gente que mira un programa de televisión. Si hay empresas que quieren vender productos, y quieren llegar a mucha gente junta, van a meter esos productos en los programas que más rating tengan. Entonces, yo creo que la televisión, lo que quiere hacer ahora es ganar plata, ¿cómo gana plata? Con rating. Y si Tinelli es lo que más mide, seguramente Tinelli siga en la pantalla, hasta que deje de medir. Imagínense que la publicidad de televisión se cobra por segundo. Cada segundo en Tinelli sale como 15000 pesos, entonces, si Tinelli dice: “comete un alfajor Jorgito”, y tardó nueve segundos: nueve por 15000 pesos. Eso es lo que le sale a Alfajores Jorgito que Tinelli diga eso.
Pero sí están los canales de cable, como Encuentro o Paka Paka, o... Los canales de cable están dirigidos más a un público: por ejemplo, Cinecanal es solo películas, ESPN es solo deportes, en cambio, los canales de aire tienen que tener una variedad de programas. Primero que no existe el minuto a minuto en el cable. Los canales de aire tienen una computadora que va diciendo: “subió, bajó” [el rating]. Entonces, si viene un invitado y no sube: chau al invitado, y así lo van midiendo. Es una locura. En el cable eso no existe, entonces hacen un poco más los programas que ellos pueden, porque hay canales de cable que son muy malos, y hay canales que sí están haciendo cosas buenas, y que no se fijan en el rating, y siguen que el espectador vea algo interesante. Yo creo que también está bueno desde uno hacer cosas que sean entretenidas para la gente y que además tengan un valor que no sea las peleas o chicas desnudas, digamos… Eso es lo importante, poder hacer las dos cosas. Porque hay veces en que se tratan temas interesantes pero son un embole: no voy a mirar la historia de San Martín si está contada aburrida. Hay que encontrar la manera de que la gente pueda aprender cosas…
LOM: Y le guste…
Andrea: Y le guste, ahí hay una responsabilidad de la televisión, creo yo.
LOM: ¿Creés que a medida que pasa el tiempo el público se vuelve más exigente?
Andrea: Ay, qué pregunta difícil. A mí me parece que no, que no es que es más exigente. Yo creo que sí va pasando el tiempo y, como la televisión uno la usa más para entretenerse que para aprender, si siempre es lo mismo, uno se aburre y empieza a buscar otras cosas. Entonces, no sé si es un nivel de exigencia en cuanto a excelencia en producto. Me parece que lo que más se hace ahora es hablar siempre de los mismos temas, pero buscarles una vuelta de rosca diferente. El tema puede ser el mismo: yo puedo hacer un programa sobre la policía, pero puedo hacer un programa que hable sobre la policía mirado desde un patrullero o puedo hacer la mirada de la policía mirado desde un barrio. Hay millones de miradas. Si, por ejemplo, tomamos Policías en acción, puede que haya dos miradas: la de la policía o la del detenido, por ejemplo. Acá, en este caso, se elige la mirada del policía, porque es el que nos permite llegar a la historia. Nosotros nos subimos a un patrullero, no es que estamos en un barrio y llega la policía. Seguramente, si nosotros estamos en Mariló y llega la Policía, el cuento va a ser totalmente diferente que si venimos con la policía, ¿no creen eso?
LOM: Ahora que tocaste ese tema, estás poniendo un poco en riesgo tu vida, también, si te subís a un patrullero.
Andrea: Sí, a m í no me pasó, pero tuve compañeros que estuvieron en un tiroteo. Estando adentro del patrullero les han disparado. Ninguno salió herido, pero sí corrió riesgo la vida. Lamentablemente, uno a veces estudió televisión y quiere trabajar en televisión, y hace cosas que no están bien. Seguramente arriesgar tu vida por grabar una imagen no valga la pena. Seguro no vale la pena. Pero bueno, es lo mismo que cuando van a la guerra. A los corresponsales de guerra les hacen hacer un curso. Y a nosotros  nos querían hacer lo mismo, porque es parecido. Nosotros estamos asegurados: si nos llegara a pasar algo, hay un seguro que nos cubre, sí, yo creo que los chicos deberían cobrar más plata en ese caso, obtener otros beneficios, o trabajar menos horas, o tener una ayuda psicológica donde poder descargarse, porque es ver todos los días violencia. Cuando uno está todo el tiempo con violencia alrededor, le afecta.
LOM: ¿Por qué pensás vos que a la gente le gustan los escándalos mediáticos?
Andrea: Ay, no sé. Creo que es entretenido. Creo que somos todos medio chusmas, y cuando vemos dos que se están peleando, en cualquier lado, en la calle, los miramos; al vecino, lo escuchamos. Entonces, cuando lo vemos en la tele, te atrae, te quedás mirándolo. A mí me pasa a veces que estoy pasando, haciendo zapping y me quedo mirando, y digo: “¿por qué estoy mirando esta cosa horrible?”, y uno se entretiene.
LOM: Sí, por ejemplo, así de la nada conocés a Ricardo Fort…
Andrea: Sí, siempre te llega de algún lado, porque después lo ve repetido en todos lados, y después venís a tu trabajo y lo hablan, en el colegio se habla de eso, y uno se queda mirando. Yo creo que es eso: todos somos un poco chusmas. De hecho, las notas de Policías en Acción que más medían eran las de problemas familiares, ni siquiera las de los tiros. 
LOM: ¿Cómo se mide el rating?
Andrea: El rating lo mide una empresa que se llama IBOPE (hay dos empresas, esta es la más conocida). IBOPE elige un área de investigación, que es Capital y Gran Buenos Aires, y pone unos aparatos que van enchufados al televisor y que uno maneja con un control remoto. Esos aparatos no los reparten al tun-tun, a cualquiera. Ponen tantos en Capital Federal, tantos en Zona Norte, tantos en el Oeste, en el Sur, más o menos, y en general en familias con un grupo familiar amplio, variado. Entonces, uno tiene su control remoto y hay un número que  pertenece a cada integrante de la familia, entonces, cuando prende la tele, tiene que poner un número. Cuando vos activás eso a ellos les llega esa información a una central de información, y eso es lo que mide el rating. Pero no está medido en cada casa, por eso el rating también es un poco mentiroso, porque solo se mide en Capital Federal y en el Gran Buenos Aires. Cada 100000 personas es un punto de rating, entonces, 10 puntos de rating es un millón de personas que te está viendo. Tinelli mide 25 puntos de rating: dos millones de personas lo están viendo.
LOM: ¿En qué se basan las ganancias de la televisión?
Andrea: La televisión privada en general recibe plata de la publicidad. Por ejemplo, nosotros hacemos un programa y nos dan tanta plata por mes, pero el canal recibe plata de los anunciantes. Ellos, igual, tienen regulada una cantidad de tiempo para publicidad: por una hora de programa, tiene que haber 12 minutos de televisión y no más. La publicidad que se vende en las tandas, en los cortes, es plata que le entra al canal. La publicidad que hay dentro de un programa es plata que le entra a la productora. Tinelli no es de Canal 13, es de Ideas del Sur, lo que él vende dentro de su programa va para la productora. Cuando van al corte, eso va para el canal. Esa es la diferencia entre la tanda y el PNT, que se le dice a la publicidad no tradicional, que es la que va adentro del programa. Y así es como se obtienen las ganancias.
LOM: ¿Es cierto el mito de que los juegos, en su mayoría están arreglados?
Andrea: No, acá se hicieron muchos programas de juegos, y no están arreglados. Por ejemplo, el millón [de Susana Giménez], es de acá de Endemol, también. Ese juego es un programa nuestro, y no está arreglado, sí está producido, ¿entienden la diferencia? El juego del millón se graba. No se hace en vivo, está grabado. Se ganan el millón, entonces yo digo: “bueno, a ver, si este se gana el millón y empieza justo una novela ese día pongo el que ganó el millón ese día así la gente lo mira y se queda mirando la novela, y eso da más rating”. Entonces, hay ciertas cosas que están producidas,  que uno como productor va tratando de guiar. Por ejemplo, si yo estoy haciendo una nota en la puerta de un boliche, y hay dos chicos borrachos, y yo le digo a uno: “che, ¿sabés que él te re bardeó?”, él se va a empezar a enojar. Esa es una forma de hacer que dos chicos se peleen en la puerta de un boliche, eso está muy mal y eso hay productores que lo han hecho. Eso es producir una pelea. Por ejemplo, si uno va a grabar chicos drogándose. Si yo voy y los grabo mientras se están drogando, necesito que se vea que se están drogando, obviamente esos chicos se tienen que estar drogando. Alguien le pudo haber dado esa plata para que se droguen, o les debe haber dicho: “bueno, drógate ahora que prendo la cámara”. Eso es gente mala. Es gente que, si es productora de televisión, es mala, y si trabajara en otra cosa, también sería mala. Hay veces en que uno se queda mirando cosas horribles en la televisión, y hay que pensar también que eso alguien fue y lo grabó, y esa persona lo grabó porque seguramente dijeron: “esto va a medir mucho rating”, y ahí es donde se hace un círculo de cosas horribles: la gente mira cosas y el otro va a salir a grabar las cosas horribles que la gente mira. Entonces, yo, peleas de boliche no quiero grabar más, porque sé que hay chicos que se pelean para salir en la tele, pasa también. Pero no es que está arreglado, es que uno trata de inducir ciertas cosas. Por ejemplo, lo del millón, no es que no se ganó el millón, el millón se lo dieron. Me parece que es más difícil inventarlo y que parezca real que hacerlo real. La gente ya se da cuenta.
LOM: ¿y de dónde sale la plata del auto, la plata del millón?
Andrea: De la producción. Si cada segundo de televisión sale eso, ¿cuánto le cuesta juntar un millón de pesos a Telefé? ¿Por qué no van a regalar un millón de pesos? ¿Cuánta gente lo mira? Ellos ganan  un millón de pesos en dos programas, y a vos te están dando un millón de pesos cada seis meses.
LOM: De todos tus trabajos, ¿cuál fue el que te motivó más?
Andrea: Uno para Encuentro. Yo trabajé en otra productora, también. Hice ficción, que nunca había hecho. ¿La diferencia entre ficción y reality la conocen, más o menos? Ficción es las novelas, por ejemplo. En ficción está todo escrito, todo guionado, hay un guionista que escribe: “escena uno: entra Cecilia, se encuentra con Nicolás, se dan un beso”. Eso es ficción, ¿sí? Entonces, entra Cecilia, actúa, le da un beso a Nicolás, termina la primera escena. Reality es, por ejemplo, Policías en acción. No hay un guión, digamos. No hay actores. Es la vida real, pero está producido en el fondo, ¿no? Porque, si yo voy a un boliche, digo “ay, ¿a qué boliche voy, en el que se agarran siempre a piñas?”, y voy a uno donde sé que siempre se pelean, y ahí ya hay una producción, hay una intención, porque hay boliches donde en general nunca se pelean.